viernes, 26 de noviembre de 2010

FÁBULA DEL ESCOPRPIÓN EN LA RANA

Esta es mi fábula favorita. He pensado que es muy apropiada para el tema que he escogido para mi blog.
El tema es si los ex presos pueden reinsertarse o no, si un delito cometido puede condenar a esa persona a excluirla socialmente al salir de la cárcel. En ésta fábula, la rana (el educador social) trata de ayudar al escorpión (el preso) a cruzar el rio y a mitad de camino el escorpión termina pinchándole con su veneno a la rana y el escorpión se justifica diciendo que no pudo evitarlo, que era su naturaleza. En fin, la cuestión es si creen que un preso puede reinsertase o es indudablemente  "preso" de su naturaleza. Aquí os la dejo:

Había una vez una rana sentada en la orilla de un río, cuando se le acercó un escorpión que le dijo:
—Amiga rana, ¿puedes ayudarme a cruzar el río? Puedes llevarme a tu espalda…
—¿Que te lleve a mi espalda? —contestó la rana—. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo a mi espalda, sacarás tu aguijón, me picarás y me matarás. Lo siento, pero no puede ser.
—No seas tonta —le respondió entonces el escorpión—. ¿No ves que si te pincho con mi aguijón, te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?
Y la rana, después de pensárselo mucho se dijo a sí misma:
—Si este escorpión me pica a la mitad del río, nos ahogamos los dos. No creo que sea tan tonto como para hacerlo.
Y entonces, la rana se dirigió al escorpión y le dijo:
—Mira, escorpión. Lo he estado pensando y te voy a ayudar a cruzar el río.
El escorpión se colocó sobre la resbaladiza espalda de la rana y empezaron juntos a cruzar el río.
Cuando habían llegado a la mitad del trayecto, en una zona del río donde había remolinos, el escorpión picó con su aguijón a la rana. De repente la rana sintió un fuerte picotazo y cómo el veneno mortal se extendía por su cuerpo. Y mientras se ahogaba, y veía cómo también con ella se ahogaba el escorpión, pudo sacar las últimas fuerzas que le quedaban para decirle:
—No entiendo nada… ¿Por qué lo has hecho? Tú también vas a morir.
Y entonces, el escorpión la miró y le respondió:
—Lo siento ranita. No he podido evitarlo. No puedo dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi naturaleza, de mi costumbre y de otra forma distinta a como he aprendido a comportarme.
Y poco después de decir esto, desaparecieron los dos, el escorpión y la rana, debajo de las aguas del río.

2 comentarios:

  1. Las fábulas son buenisima idea para dar explicaciones,enhorabuena por un blog tan acertado,un saludo!!

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  2. muchas gracias lucía si la verdad q las fábulas son geniales hay una sobre el daño q se genera a los demás q es de un niño q pone clavos en una puerta,....y es una bonita fábula,creo q para explicar la de la reinserción esta es perfecta,me alegro q te haya gustado ;-)

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